Una dieta es un planning estructurado en el que figuran qué alimentos se consumirán en un periodo determinado de tiempo.
Si la dieta es profesional también debe incluir qué cantidad de los alimentos se debe consumir y cómo cocinarlos.
Una dieta tiene que guiarnos hacia una alimentación más saludable, nos puede ayudar a perder peso, a ganarlo o a reeducar nuestra alimentación.
Existen muchos tipos de dietas, unas recomendables y otras menos.
Lo principal y básico es que la dieta que vayamos a seguir no ponga en peligro nuestra salud, queremos mejorar nuestra calidad de vida con la alimentación, no perder calidad de vida ni enfermar.
Desgraciadamente no todas las dietas cumplen este requisito mínimo de salvaguardar nuestra salud.
Últimamente han proliferado este tipo de dietas que no son muy recomendables y mucho menos para llevar a cabo sin la supervisión de un nutricionista o dietista.
Estas dietas son bastante conocidas como la Dukan, la dieta de la zona, la dieta de la alcachofa, la OMG de las seis semanas, la nasogástrica.... y la lista continúa.
Ante todo, no te aventures a probar dietas que alguien te pasa o te recomienda porque no todos podemos comer de igual manera, ponte en contacto con un nutricionista cualificado para que te aconseje.
Las dietas deben ser personalizadas, cada persona tenemos unos hábitos alimenticios distintos, una forma de metabolizar los nutrientes, una actividad física, un peso, una altura, una edad, unas alergias....
Si no estás contento con tu peso, quieres adelgazar, aumentar peso, aprender a comer bien, regular algún tipo de trastorno alimenticio o simplemente no te apetece pensar qué hacer de comer cada día y quieres hacerlo de forma equilibrada, habla con un especialista en nutrición humana, que debe hacerte un estudio de tus hábitos, tu situación antropométrica y valorará qué consejos nutricionales darte.