Existen dos tipos de depresión: reactiva y endógena. La primera se basa en una reacción a un evento estresante en la vida y la segunda, no tiene una causa aparente y, por este motivo es más difícil de tratar, volviéndose a menudo crónica. Sin embargo hoy en día y gracias al trabajo de expertos, los misterios del cerebro y sus enfermedades están siendo decodificados, obteniéndose así grandes éxitos en el tratamiento de las enfermedades mentales.
La comunicación de las neuronas a través de mensajes químicos y eléctricos es de vital importancia para la salud mental. Los mensajeros químicos llamados neurotransmisores y su desequilibrio pueden causar depresión entre otras enfermedades mentales.
Para que nuestro cerebro y todo nuestro organismo funcionen debe haber una buena base de vitaminas, minerales y ácidos grasos para así, evitar y corregir ciertos desequilibrios de los neurotransmisores.
Cuando tomamos proteínas su digestión libera los aminoácidos. Estos aminoácidos, se transforman en neurotransmisores, que permiten la comunicación entre las neuronas del cerebro. Algunos neurotransmisores estimulan la actividad cerebral como la adrenalina y otros las relajan como la serotonina.
El 5-hidroxitriptófano (5-HTP) es el precursor directo de la serotonina, y se produce en el organismo a partir del aminoácido L-triptófano (LT). El 5-HTP no se encuentra en cantidades significativas en la dieta y, aunque puede obtenerse a partir de alimentos, se ha visto que el consumo de estos alimentos no incrementa significativamente sus niveles.
La serotonina interviene en diversos procesos fisiológicos y afecta a una gran variedad de funciones: desde el estado de ánimo, el apetito, el control del dolor y el sueño, entre otras.
Hay una menor presencia cerebral de 5-HTP en personas con depresión, asociada a una posible disminución en el transporte de esta sustancia a través de la barrera hematoencefálica. En la mayoría de estudios con pacientes depresivos se han observado respuestas clínicas significativas bastante rápidas (entre 2-4 semanas), utilizando dosis de 50-300mg tres veces diarias, sin efectos secundarios importantes. Conviene destacar que, la mayoría de los antidepresivos convencionales necesitan unas 4 semanas hasta conseguir efectos terapéuticos en la mayoría de los pacientes; por tanto el 5-HTP tendría una respuesta más rápida
Se deben tener unos niveles óptimos de triptófano (aminoácido), además de ácido fólico, vitamina C, biotina, vitamina B6 y cinc. Sin estos, el proceso metabólico queda bloqueado y se evita la producción de serotonina y melatonina, dando lugar a una depresión caracterizada por insomnio, ansiedad, reacción exagerada ante el estrés, antojos de carbohidratos.
Existen en el mercado suplemento de aminoácidos 5-HTP, y formulas especiales de complementos alimenticios para nutrir nuestro cerebro.
Fuente: Libro “Revoluciona tu salud con la medicina del siglo XXI “ (Cala H. Cervera)